Dios de perfil y ochenta minifábulas más
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Vivo a la orilla del mar, y he visto muchas veces, abandonadas en la arena viejas barcazas, varadas, que el tiempo, poco a poco, va destruyendo, hasta dejar a la interperie sus podridos costillares.
Y siempre recuerdo el aforismo chino: "En toda barca podrida hay, por lo menos, diez clavos que aprovechar".
Trascendiendo el simil de la barca, en cualquier libro, aún en el más sencillo, hay más de diez ideas que nos enseñan a caminar con sabidudría.
Tal vez, -como decía Goethe- toda idea buena haya sido pensada ya, y hay que ensayar solamente pensarla otra vez.
El relato más efímero, la noticia, el cuento, el hecho, la fábula o el caso más insignificante es símbolo o sugerencia , que puede provocar un soesgado y esperanzador estado de ánimo.
No aspira a más este libro: "Dios de perfil y ochenta minifábulas más".
Comentarios leves para gente con prisas.
Fermín de Mieza