José Antonio Lasa Urtasun

Nació en la primavera de 1937 en las cercanías de Pamplona, en el pequeño pueblo de Ibiricu dentro del extenso Valle de Egüés.

Tras los primeros estudios en el pueblo, comenzó Humanidades en el Seminario Capuchino de Alsasua en 1949, prosiguiendo los estudios de Filosofía en Zaragoza.

Decidido a ser capuchino, tras el año de noviciado, profesó en la Orden Capuchina en Sangüesa en 1958.

Terminó los estudios eclesiásticos con la Teología en Pamplona, siendo ordenado sacerdote en abril de 1962.

Durante cuatro años trabajó en la organización de la Imprenta de Capuchinos en el Convento de Extramuros de Pamplona, como taller para la Escuela Profesional de Hermanos; en estos años, además de la dirección y gestión de la Imprenta, dio clases en la Escuela Profesional y en la Sección 1ª del Instituto Ximénez de Rada de Pamplona.

En 1966 pasó al Colegio Nuestra Señora del Buen Consejo de Lecároz donde permanecíó durante 15 años, hasta 1981.

En el Colegio realizó todo tipo de actividades: profesor, educador o tutor, prefecto de disciplina, secretario de estudios, vicerrector...

Algunos veranos aireó las ilusiones comprometido en el trabajo material en la Compagnons bâtisseurs (IBO) en Austria y en Francia.

Terminado el periodo de Lecároz fue destinado a la Curia Provincial en Burlada donde permanecíó con el cargo de Secretario de la Provincia otros 15 años.

Al trabajo de secretaría estuvo unido el trabajo de la edición de publicaciones capuchinas: Boletín Oficial de la Provincia, OPI, y otros trabajos.

En este periodo creó la Colección OPI con trabajos particulares de religiosos y la Colección CIC, con la edición de materiales de reuniones y encuentros a nivel de la Conferencia Ibérica.

Durante seis años fue Vicario Provincial, tres años Guardián de Pamplona-Extramuros y otros tres Guardián de Pamplona-San Antonio.

En los años vividos en Burlada y Pamplona en trabajos de gobierno se sintió inmerso en algunas comisiones a nivel provincial y de la CIC, especialmente en lo relacionado con el patrimonio cultural: bibliotecas y archivos; un trabajo intenso fue el desarrollado con ocasión del Centenario de la Provincia (año 2000).

Necesitado de aires frescos, en el verano del 2005 los superiores le permitieron disfrutar de un año sabático en Sevilla.

Pasó el año y ya dispuesto a regresar, los correspondientes Provinciales decidieron que prorrogase su estancia hasta terminar el trienio y terminado éste (2008) volvieron a decidir su permanencia en Sevilla hasta el momento de la erección de la Provincia de España.

En la siempre recordada Andalucía le encomendaron el acompañamiento a postulantes y postnovicios.

Desempeñó los cargos de Párroco, Secretario Provincial y Consejero Provincial.

Durante su estancia en Andalucía gestionó algunas publicaciones tanto de Andalucía como de Navarra.

Fue para él un gran gozo ver terminada la Estadística de la Provincia Capuchina de Navarra-Cantabria-Aragón 1900-2006, impresa en Sevilla en febrero de 2007.

Hecha la unificación de las provincias antiguas con el resultado de la Provincia de España, fue nombrado Guardián de Donostia-San Sebastián, servicio al que está dedicado en estos días.