Pueblos no contactados ante el reto de los derechos humanos. (PDF)
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A raíz de la sangrienta matanza de mujeres, niños y ancianos del pueblo no contactado Taromenani, ocurrida en el oriente ecuatoriano durante el mes de mayo de 2003, y ante la aparente impunidad que prosiguió a la comisión de tan tremenda masacre, un grupo de personas e instituciones, conscientes del grave peligro que acecha a los pueblos no contactados, nos hemos visto en la necesidad de intentar implementar propuestas y acciones para garantizar la protección de los derechos de estos pueblos.
Animados por la incansable labor desarrollada por el vicariato de Aguarico en defensa de los derechos de los pueblos indígenas y en particular por proteger la supervivencia de los diferentes pueblos que habitan el oriente ecuatoriano, presentamos este documento como un primer paso de lo que nos gustaría se convirtiera en un proceso internacional de acción y presión para la defensa de los derechos de los pueblos no contactados, con participación de instituciones y organizaciones indígenas.
El objetivo principal que ha estructurado e impulsado la elaboración de este documento ha sido la urgente necesidad, evidenciada por cuantos participamos en este proceso, de asumir un compromiso activo con la suerte de los pueblos no contactados ante la posibilidad real de que desaparezcan o sean obligados a la mezcla y a la aculturación en muy pocos años.
Creemos que hasta la fecha no ha existido un planteamiento claro ni en las instituciones ni en las organizaciones sociales con relación a la identidad y estatuto de los pueblos no contactados.
Por ello, este es el momento de planificar e iniciar procesos que puedan permitir a estos pueblos mantener sus formas de vida tradicionales y, si es su deseo, mantener el aislamiento respecto a las sociedades occidentales.
Hemos querido tomar como referencia el caso de Ecuador y de los pueblos no contactados del oriente: los Tagaeri -de los que existen sospechas fundadas de su total desaparición-; los Taromenani, -que sufrieron la sangrienta matanza de mayo de 2003-; y otros grupos no contactados que pueden pertenecer a comunidades étnicas muy diversos.
Los pueblos no contactados presentan un alto índice de riesgo de desaparición y extinción debido a los diferentes planes de explotación de recursos naturales que hay en la región donde habitan, y debido también a las incursiones y operaciones de explotación de recursos naturales que se realizan en sus zonas de existencia y vida de forma ilegal.
Ecuador constituye un marco más que expresivo y denotador de la realidad que viven y sufren los pueblos no contactados, lo que nos permite inferir las formas en que han sido tratados y considerados por la sociedad civil y las políticas gubernamentales.
Es decir, el maltrato sistemático y existencial al que han sido condenados.
El informe que aquí se presenta tiene dos partes bien diferenciadas: una teórica y otra más práctica en la que se pretende reflexionar sobre la situación concreta de desamparo y de lacerada vulneración de derechos que viven estos pueblos no contactados en el oriente ecuatoriano.
UN CAMINO DE ESPERANZA PARA LOS TAGAERI Y TAROMENANI
Mikel Berraondo
(Extracto del prólogo del libro)