Buenos días, buenas tardes, buenas noches.. madre
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He querido, Madre, viajar por ese pasillo del tiempo hasta llegar al rincón sin ruido del Evangelio.Allí se te imagina, más que se te ve, escribiendo tu página de niña adolescente ante un Ángel que aprendió piropos para dejarlos colgados en tus ojos sorprendidos: "Llena de gracia", "Bendita entre las mujeres".
Allí no había mecedora ni alfombras. Sólo Tú y un Ángel. Y entre ambos el misterio de un mensaje que en tu cara, pintaba coloretes de sorpresa: "Serás Madre".
He viajado al Evangelio buscando precisamente esa palabra.
Los hombres la hemos dibujado con lápiz de ternura, con la primera risa del niño que ya quiere hablar la hemos grabado con el cincel de la nostalgia de la niña huérfana, la hemos cincelado con el último aliento del hijo que se va... dejándola a ella como estatua de soledad, siempre recordando.
Dios la escribió dándole por hijo a Dios. Sólo sabemos algo del amor de Dios, conociendo y sintiendo el amor materno.
Quiero saludarte ¡Madre! en nombre de todos los que quieren:
-Porque viviste esa mañana de temblor, reflejando en tus pupilas el alma de mujer, al ver que un Niño Dios nacía de tu cuerpo. ¡Buenos días!.
-Porque estuviste tan cerca del HIjo como la ola dulce sobre el maren calma que, en calma llega hasta la playa en calma. ¡Buenas tardes!
-Porque subiste hasta el Calvario comprando en cada paso una ración mayor de dolor -vendido por tu Hijo sin quererlo- Y del Calvario bajaste sin el HIjo, con la esquela de su muerte colgada en tu recuerdo. ¡Buenas noches!Los hombres somos como los pueblos de turismo. Llegan hasta nosotros, algunos pernoctan.. y se van.
Las madres no. Vosotras sois la casa donde los hijos viven aunque hayan muerto.
"Hasta mañana, Madre".
José Martínez de la Torre