María Lorenza Longo
MARÍA LORENZA LONGO (Lérida 1463 – Nápoles 1539) es una espléndida figura de mujer de la primera parte del napolitano siglo XVI, que durante largos años ha permanecido escondida en los doblados pliegos de documentos de archivo y prisionera de imágenes estereotipadas.
MARÍA LORENZA LONGO (Lérida 1463 – Nápoles 1539) es una espléndida figura de mujer de la primera parte del napolitano siglo XVI, que durante largos años ha permanecido escondida en los doblados pliegos de documentos de archivo y prisionera de imágenes estereotipadas.
Este perfil biográfico, que corona finalmente la conclusión del largo Proceso de Beatificación (iniciado en 1880), trata de restituir las diversas facetas de esta mujer catalana, esposa del regente de Cancillería de Fernando el Católico, Juan Lonc. A través de una puntual y bien cuidada documentación archivística, emerge el espesor humano, social y religioso de María Longo, que con sus obras ha dejado un signo indeleble en el corazón del centro antiguo de Nápoles, sobre la “colina sacra” de Caponapoli: el Hospital de los Incurables y el Monasterio de las Capuchinas. Tales obras dan testimonio de la fuerza de un carisma y de una capacidad directiva que ha conseguido superar los golpes y sobresaltos de los siglos, para llegar intactas hasta nosotros, con la pretensión de poder decir algo a la ciudad de Nápoles de nuestros (difíciles) días.
SOR MYRIAM ROSA LUPOLI (Ischia 1965), religiosa capuchina y abadesa del monasterio de S. María en Jerusalém de Nápoles. Licenciada en Letras modernas, entró en el monasterio en 1990 y ha llevado adelante como vice-postuladora la Causa de Beatificación de la fundadora María Lorenza Longo. La Causa quedó parada en 1911. Se reactivo en 2004-2005 con una fase supletoria de fama de santidad desde 1911 hasta nuestros días. Sor Rosa ha sido el alma de la reanudación de la Causa hasta la beatificación del 9 de octubre del 2021. Está, además, comprometida desde hace años en la recuperación y recalificación de una parte del antiguo monasterio napolitano, expropiado por causa de las leyes subversivas de 1861. Parte se ha recuperado y restaurado ya, dando la impresión de lo que fue: una obra grandiosa de servicio a los enfermos, tanto por la materialidad del edificio sino sobre todo por la densidad espiritual que fue su alma y la que le dio vida.
Hno. Alfonso Ramírez